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Arquitectos: Caá Porá Arquitectura, Comunidad Kichwa Añangu, Pinxcel
- Área: 1200 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Gabriel Moyer-Perez / Jose Luis Machado
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En 1998, la comunidad Kichwa Añangu, situada en el Parque Nacional Yasuní, decidió pasar de la agricultura y la caza al ecoturismo. Esta transición permitió a la comunidad mejorar su calidad de vida al tiempo que preservaba sus actividades tradicionales y protegía la biodiversidad única de su territorio.
Gracias a la creación del Centro de fauna nativa Napo, un albergue de renombre internacional en la Amazonia continental, la comunidad ha generado diversos ingresos en los últimos 10 años. El excedente de las operaciones turísticas se ha utilizado para financiar proyectos educativos, productivos, sociales, culturales, organizativos y de conservación en la comunidad.
La comunidad Añangu mantiene una visión empresarial para seguir creciendo tanto económicamente, a través del turismo, como en el desarrollo de planes de educación y la construcción de infraestructuras modernas y responsables con el medio ambiente. Para ello, la comunidad ha buscado el apoyo de actores externos para proyectos específicos, como la construcción de la Torre del Centro de fauna nativa Napo, que forma parte de un plan de crecimiento más amplio.
La génesis de la torre del Centro de fauna nativa Napo nació de la necesidad de contar con un nuevo comedor y una torre de observación elevada que pudiera ser utilizada por la comunidad incluso durante las inclemencias del tiempo. Como el albergue está situado en una pequeña parcela de tierra firme dentro de un pantano, hay que tener en cuenta la actividad sísmica y la licuefacción del suelo. Además, en el diseño de la torre también influyeron los vientos de alta velocidad, de más de 100 km/h, que atraviesan las copas de los árboles durante las tormentas.
El nuevo mirador de 30 metros de altura contiene un comedor y un centro cultural, que se diseñaron en talleres participativos con todos los miembros de la comunidad. Durante estos talleres, se realizó un estudio de mercado local e internacional con el objetivo de aumentar la presencia del albergue en el imaginario turístico mundial. Para superar los retos de la construcción, incluido el transporte fluvial de materiales, se propusieron nuevas formas de construcción basadas en el sincretismo cultural, que combinaban los conocimientos ancestrales de la comunidad con materiales modernos.
Este proceso dio como resultado una torre de más de 1.200 m2, en 7 plantas, con una estructura mixta de madera local y tuberías de perforación petrolífera recicladas. Las columnas compuestas permitieron reducir considerablemente el uso de materiales, lo que dio como resultado la torre de madera más alta de la Amazonia ecuatoriana y una de las más altas del país. Los tubos de perforación reciclados son antisísmicos y se adaptan bien a los fuertes vientos. Los techos se hicieron con tejidos tradicionales de paja toquilla y palma real, que tienen una vida útil de más de 20 años y ofrecen vistas panorámicas del paisaje en cada nivel.
La construcción de la torre del Centro de fauna nativa Napo fue un logro y un motivo de orgullo para la comunidad. Además de proporcionar ingresos económicos, el proyecto permitió a los niños añangu ver que es posible vivir en la modernidad sin perder sus tradiciones ancestrales.